miércoles, 17 de abril de 2013

19.- MATANZAS



MATANZAS
Por Don Ignacio Mª Domínguez
De algún tiempo a esta parte, como viene  reflejando con profusión gráfica,  toda la prensa regional, asistimos a la transformación de una inveterada costumbre que era como un pequeña fiesta privada y familiar. Así era considerada la matanza de los cerdos que se prodigaba por distintos puntos de nuestra ciudad y cuyo efecto iba a constituir la principal despensa anual de la familia o, como expresaban las mujeres de aquellos lejanos tiempos el “arreglo de la casa”.
La evolución de los tiempos y sobre todo el desarrollo industrial han determinado la casi desaparición de este suceso que ahora muchos ayuntamientos, incluido el nuestro, con la loable intención de conservar la tradicional costumbre la han institucionalizado como pequeño festejo público, con asistencia a veces de personalidades, ejerciendo su atractivo turístico y sus benéficas consecuencias económicas a través de la publicidad de los deliciosos productos del cerdo ibérico.
Nuestro querido Director de La Voz, me manifestó, hace algún tiempo, sus deseos de que publicáramos algún escrito de aquel benemérito historiador local, el celoso párroco de Santa Marina, Don Jesús Pereira, cuya biografía y obra me había ocupado recientemente. Consecuentemente hoy, teniendo en cuenta la actualidad del epígrafe de este artículo, me ha parecido muy oportuno ofrecerle una de aquellas  “Hojas Volanderas” que incluía Don Jesús en su publicación quincenal de la Hoja Dominical. Narra en ella, con singular gracejo, la escena completa que daba vida al acontecimiento, rodeada de todos los personajes imprescindibles para la faena. Siempre ilustraban ésta con alguna picardía que sufriría algún joven asistente ignorante que provocaba la risa de toda la cuadrilla laboral. Puntualizo que el fundamento de sus Hojas Volanderas lo constituía la defensa de la moral y  buenas  costumbres que el  párroco del puente divulgaba  a través de la palabra escrita, esto queda patente en el siguiente artículo.


EL ACALCADOR DE LO FARINATOS
Jesús Pereira


martes, 16 de abril de 2013

18.- EL NOMBRE DE JESUS




EL NOMBRE DE JESUS
( El que nos salva)

Ignacio Mª Domínguez

Los acontecimientos históricos que en breve e intensas jornadas se han sucedido en el Vaticano han trascendido a toda la humanidad; el poderoso y variado mundo mediático ha comparecido teñido de esa espiritualidad, lamentablemente tan escasa en nuestros días, comprensiva de las tres virtudes teologales, fe, esperanza y caridad de las que ya el nuevo papa Francisco ha dado pruebas ejemplarizantes.
Me ha impresionado una frase del nuevo papa que dice así: “Si no confesamos a Jesús, nos convertiremos en una ONG piadosa” es decir que el centro de nuestra vida es Jesús, que en hebreo significa “el que nos salva” o sea el Salvador, título que adquiere a través de su pasión, muerte y resurrección que hemos vuelto a vivir en la reciente Semana Santa y que ha prolongado ese estado de espiritualidad que se inició con los acontecimientos del Vaticano.
Hay un bello canto gregoriano alusivo al nombre de Jesús. Como es sabido el canto gregoriano tiene como soporte principal el latín. Con él y para él nació y su afinidad y maridaje en la liturgia se debe a la identificación de la música con la letra. El texto de esta pieza musical describe el origen del nombre de Jesús y en él aparece ese carácter quilismático del gregoriano (más de dos tonos por sílaba). Lo hemos escuchado recientemente en el Domingo de Ramos y como gradual del oficio de Jueves Santo.
No puedo pasar sin su publicación aunque traduciendo la letra que dice así: “Cristo se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz; por ello Dios le exaltó y le dio un nombre que está sobre todo nombre” como se ve es el contenido total de la Semana Santa, su obra de la Redención  la que le da el nombre de Jesús, en hebreo el Salvador.
       

A lo largo de la historia el nombre de Jesús se prodiga en situaciones litúrgicas, sociales y domésticas. Así cuando al recitar un texto litúrgico aparece el nombre de Jesús el preste hace una inclinación de cabeza; cuando una persona estornuda se le contesta ¡Jesús!; cuando en colegios religiosos se pasaba la lista, la contestación era ¡viva Jesús!. También el nombre de Jesús era un saludo y en boca de un moribundo garantizaba la salvación. Muchos santos y santas han añadido a su nombre de pila el nombre de Jesús e incluso alguna institución religiosa como la Compañía de Jesús.
Estéticamente también Jesús ha sido objeto de creación de los artistas de todas las bellas artes: pintura, escultura, música, literatura, teatro y cine. Todos se han ocupado de exaltar su excelsa figura. Ahí tenemos la prodigiosa e imponente figura que, con los brazos abiertos y desde la altura recibe a cuantas personas arriban al puerto de Río de Janeiro. El Cristo del Otero elevado en la ilimitada llanura palentina; la preciosa imagen que Juan de Avalos hizo para el Valle de los Caídos con el hijo en brazos de la madre. La numerosa y valiosa imaginería que sale a nuestras calles en la Semana Santa, etc.
En pintura destaca el realismo de Velázquez, la originalidad de Dalí, la espiritualidad de el Greco, la ingenuidad de Murillo, etc.
En literatura hemos escogido, como muestra que transcribimos, un bello soneto donde la palabra se hace arte en manos del genial Lope de Vega. Contiene una confesión de arrepentimiento al no abrir la puerta a Jesús cuya amistad le brinda repetidamente el ángel…
Dice así:

         ¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
         ¿Qué interés te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
Cuántas veces el ángel me decía:
“¡Alma, asómate agora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!”
¡Y cuántas, hermosura soberana:
“Mañana le abriremos”, respondía,
para lo mismo responder mañana!

A la vista de estas reflexiones y de las palabras que citamos al principio del papa Francisco, ¿Abriremos la puerta a Jesús el que nos salva?

jueves, 14 de marzo de 2013

17.- UN ILUSTRE HISTORIADOR MIROBRIGENSE: D. JESUS PEREIRA SANCHEZ




UN ILUSTRE HISTORIADOR MIROBRIGENSE: D. JESUS PEREIRA SANCHEZ

Ignacio Mª Domínguez


  

Con gran éxito, en general, se ha conmemorado en nuestra ciudad, el Bicentenario de la Guerra de la Independencia, el glorioso “EPISODIO” mirobrigense. Personalmente me apena observar, en esas fechas y a lo largo de su celebración, una ausencia para mí, personalmente, lamentable. En ningún momento, en ningún número del programa general de actos, ninguna referencia he visto a un benemérito historiador local: D. Jesús Pereira Sánchez. Este hubiera sido quizá el momento ideal para haber realizado un acto póstumo de reconocimiento, dando a conocer su biografía y obra .
Nos proponemos hoy con este artículo biográfico “desfacer el entuerto” con el fin de reivindicar públicamente su figura y de paso divulgar su obra para conocimiento, por lo menos, de los mirobrigenses.
Nació Don Jesús el día 17 de febrero de 1879 en calle La Valera núm. 17 a las 12 de la noche. Padres: Vicente y Sinforosa. Familia de labradores. Bautizado el 22 de febrero de 1879, con el nombre de Jesús Julián (parroquia San Cristóbal Tomo IV; signatura 536. Archivo del obispado).
Termina los estudios eclesiásticos con su licenciatura en teología. Es profesor de Humanidades desde 1912. Ecónomo de San Cristóbal; párroco de Santa Marina. Vicepresidente de la Caja Agrícola y de su boletín. Polígrafo fecundo y entusiasta de Ciudad Rodrigo; publica artículos en todos los periódicos y revistas de su época en la provincia.
El día 20 de enero de 1928 predicó, en la Catedral, en la fiesta solemne que Ciudad Rodrigo celebra anualmente en honor de su patrono y glorioso mártir San Sebastián. El texto inicial rezaba así: “State in fide, viriliter agite”. Estad firmes en la fe y obrad varonilmente, con valor. (1ª ad Corinth. Cap. 16, V. 12).
El exordio lo dedicó a la narración de los hechos de la Guerra de la Independencia y concluía esta primera parte: “He ahí como Ciudad Rodrigo ha vinculado en San Sebastián el ideal de su valor y heroísmo, en su santa imagen, estos recuerdos gloriosos de su historia.
Todos estos datos están sacados de un librito que publiqué (1974 pág. 63) con el pregón de carnaval que pronunció el profesor Don Alberto Navarro y al que añadí: Un índice de la bibliografía sobre Ciudad Rodrigo que yo entonces conocía; una relación de mirobrigenses ilustres entre los que se encontraba Don Jesús Pereira y una historia de todos los periódicos que hasta entonces se habían publicado en Ciudad Rodrigo (42) y cuyo autor de esa investigación era precisamente D. Jesús que lo había publicado en folletón en el semanario “Tierra Charra” (1928).
En la conmemoración del primer centenario de la Guerra de la Independencia (1910) tuvo una destacadísima actuación. Varios años antes de la fecha del centenario intensificó sus investigaciones y estudios que fueron apareciendo en el semanario IBERIA.
Como fruto surge su libro “Ciudad Rodrigo en la Guerra de la Independencia” editado en 1957 fecha en que había fallecido tanto el autor (1945) como el recopilador (1951) circunstancia que se explica en la propuesta que hicimos al ayuntamiento y que transmitiremos mas adelante.
Este libro que consta de 200 páginas, además de la narración de los hechos históricos, recoge la biografía y hojas de servicio de Pérez de Herrasti y de D. Julián Sánchez “El Charro” todo ello documentado fehacientemente. Como dato curioso leemos que el General Pérez de Herrasti murió en Barcelona el 25 de octubre de 1818 siendo gobernador militar y político de la ciudad condal.
De “El Charro” documentó su naturaleza (Muñoz) descubrió los restos (Etreros de Segovia) intentó su traslado  (1910) a Ciudad Rodrigo que por entonces no fue posible y que, como es sabido, si lo fue con gran solemnidad en enero de 1985 e incluso descubrió dos retratos que se encontraban, fuera de Ciudad Rodrigo, en Sevilla y Madrid, consiguiéndolos para Ciudad Rodrigo (uno de ellos se encuentra en el salón de plenos del ayuntamiento).
Independientemente de su obra histórica y literaria dejó gratísima memoria de su ejemplar actividad sacerdotal como párroco de Santa Marina. Fundó la hoja parroquial de ésta donde quincenalmente aparecía la crónica parroquial así como las recomendaciones de la vida cristiana y las exégesis de las fiestas litúrgicas, con estilo sencillo teniendo en cuenta los destinatarios. Allí aparecieron también las Hojas Volanderas sobre tradiciones, leyendas, y lugares de Ciudad Rodrigo. Por cierto que el Director de la Voz  de Miróbriga ha mostrado interés en que demos a conocer y que haremos con mucho gusto.
De esta hoja parroquial de Santa Marina, con las Hojas Volanderas, encuaderné un libro con los años 1943 y 194. Hay un capítulo titulado “Bajo el dominio rojo” (memoria de un cura párroco) y es que la guerra civil le sorprendió en Madrid y allí, según cuenta, tuvieron que soportar el riesgo permanente. De este libro dedica un capítulo a su buen amigo D. Pedro Hernández de la Torre, capellán entonces del Hospital de Jornaleros de la calle Maudes. Resulta dramática hoy la lectura de estos escritos así como el peligro que tuvieron que sortear aquellos años.
Persuadido de la deuda de gratitud que Ciudad Rodrigo había contraído con este benemérito mirobrigense y aprovechando la fecha del centenario de su nacimiento formulé al pleno del Excmo. Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo de fecha 7 de marzo de 1980 la siguiente propuesta

MOTIVACION

Hay varios hombres ilustres nacidos en Ciudad Rodrigo y a los cuales aún no se le ha tributado el reconocimiento oficial de los méritos contraídos con su pueblo.
Uno de ellos y al que hoy nos referimos es un historiador ilustre, Jesús Pereira, que nació en febrero de 1879 en la calle de la Valera, donde también murió en 1945. El pasado año, pues, se cumplió el centenario, pues, de su nacimiento y ni siquiera esto sirvió de estímulo para su recordación.
Hubo sí,  bien es verdad, un hombre, alcalde de Ciudad Rodrigo El Buen Alcalde Don Manuel Sánchez-Arjona, que fue quien mejor supo valorar la obra de Pereira. Tanto que le encargó la recopilación de sus investigaciones sobre la Guerra de la Independencia y la biografía de Don Julián Sánchez “El Charro” con intención de publicarlas lo que tuvo efecto, después de la muerte de ambos, en 1957. Gracias a ello se ha conservado una parte importante de su obra, cuya trascendencia ha cobrado relieve en la actualidad con motivo del traslado de los restos de “El Charro”.
Digamos que las investigaciones de Pereira sobre Don Julián Sánchez dieron como fruto el llegar a conocer, a principios de siglo, el lugar donde naciera; el pueblo donde murió y el punto exacto donde descansan sus restos. Todo ello con la publicación de una serie de documentos que avalan sus datos. Y hasta llegó a descubrir y localizar varios retratos considerados auténticos.
Entre sus escritos e investigaciones sobre Ciudad Rodrigo se encuentran a demás sus deliciosos “Ratos de Ocio”, “El milagro de Irueña” y “Las columnas blasón de Ciudad Rodrigo”. Las notas mirobrigenses “de mí fichero” las Hojas Volanderas, etc. Todos estos escritos se hallan diseminados en distintos periódicos locales y provinciales.
En base a estos inestimables méritos reconocidos en los medios culturales y populares de nuestra ciudad, que además constituyen un claro exponente del gran amor que como buen hijo sintió por su patria chica, formulo al Excmo. Ayuntamiento reunido en Pleno la siguiente

PROPUESTA

1º) Que se le dé su nombre a una calle para perpetuar de alguna forma la memoria de este insigne historiador local.
2º) Que se promueva por este Ayuntamiento la recopilación del mayor número posible de sus escritos hasta llegar a la edición de su obra completa.

                                               Ciudad Rodrigo a 7 de marzo de 1980


Esta moción fue aprobada por unanimidad. De acuerdo con lo solicitado se incluyó su nombre en el callejero municipal. Pero su obra general sigue ignorada e inédita. Aquí nos permitimos sugerir al Centro de Estudios Mirobrigenses, que fundamos desde el Ayuntamiento, la recopilación de sus escritos con vistas a una futura edición completa que sería muy bien recibida. Estimo que el personaje y su obra podrían ser objeto hasta de una tesis doctoral.

miércoles, 9 de enero de 2013

16.- ¡ALBRICIAS! POR EL TRIUNFO DE UN BUEN AMIGO




¡ALBRICIAS ¡ POR EL TRIUNFO DE UN BUEN AMIGO

Ignacio Mª Domínguez


Siempre produce gran satisfacción enterarse  de que una persona mirobrigense consiga algún premio, condecoración o reconocimiento al participar en alguna exposición, convocatoria o concurso local, provincial o nacional; máxime si tal  premio recae en persona amiga y muy cercana durante toda una vida desde que éramos niños. Este es para mí el caso del ganador del primer premio obtenido en el concurso del cartel de carnaval de Ciudad Rodrigo 2013: José López Hernández. (Aflora al respecto en mi memoria un recuerdo muy significativo: en el curso 1938-39 fundamos un equipo de fútbol con sede en la famosa calle Correo Viejo con el nombre de Imperio C. F. en que él, Pepín, era el tesorero y yo el capitán. Algún día hablaremos de esta calle y su placita, escenario de gran actividad lúdica de la grey infantil y juvenil de nuestro tiempo).
Estimo que es buen momento para dar a conocer algunos datos de su apretada y fecunda biografía dedicada al arte que nos llevará al mejor conocimiento y estima de este paisano. Su afición, desde niño, al arte del dibujo desembocó en una verdadera y fructífera vocación transmitida por su hermano Eugenio que era un magnífico dibujante, desgraciadamente malogrado al fallecer muy joven (33 años). La contemplación constante al ver los maravillosos dibujos salidos de las manos de su hermano Geño, determinaron su dedicación apasionada a la vida del arte. Primero en Ciudad Rodrigo en aquella famosa Escuela municipal de dibujo que tanto frutos consiguió en épocas de “vacas flacas”. Allí aprendió las técnicas del dibujo y posteriormente también en Ciudad Rodrigo las técnicas de la acuarela. Ya entonces por los años 1946-47 en la exposición provincial de Educación y Descanso obtuvo el primer premio de acuarela. El primer premio de dibujo y el tercer premio de óleo.
El cumplimiento del servicio militar le lleva en 1947 a Asturias. Allí comenzó después su vida laboral en la Sociedad Hullera española de minas de carbón; sus conocimientos del dibujo facilitaron su  ingreso en la oficina técnica y a continuación obtuvo el título de Delineante Proyectista; a mediados de los 50 estudió topografía, profesión equivalente a Ingeniero Técnico de Topografía que ejerció hasta su jubilación (1997).
Actividades y Premios:
Ejerció como profesor en la academia de Santa Eulalia, autorizada para bachiller, en UJO (Asturias) y posteriormente le fue ofrecida, cuando se creó el Instituto de Segunda Enseñanza en Mieres, la plaza de profesor de dibujo que no pudo aceptar por no disponer ya de tiempo para ello. Por entonces se dedicó más al dibujo y a la acuarela que al óleo creando varias obras de Asturias tanto de sus grandes paisajes de montaña como de mar.
Muchos han sido los premios obtenidos a lo largo de su carrera artística. Resumiremos:  En el concurso sobre el cartel del Carnaval de Ciudad Rodrigo obtuvo en varios años seguidos (1983-1984-1985-1986) el primer accésit y por fin el primer premio de este año 2013.
En una exposición monográfica presentada en el Porvenir de Ciudad Rodrigo (fiestas de Agosto 2001) expuso sobre el tema “Toros y caballos” con muy buena acogida, superando la venta en más del 50 % de los trabajos presentados.
En el segundo concurso de pintura del Ayuntamiento (1984) fue recomendada la adquisición  de una acuarela de la portada de la Iglesia de la Caridad (actualmente está colgada en el despacho de recepción de la Casa de Cultura) y siguen los premios: primer premio carteles para la fiesta de San Juan en Mieres y mención especial en el concurso para el Congreso Nacional de acción Católica.
Año 1960 primero, segundo y cuarto premio en un convocatoria de Seguridad e Higiene en el trabajo de las minas.
No acaba aquí la relación de premios que ha conseguido nuestro paisano que cortamos en gracia a la brevedad. Pero no nos  resistimos a la publicación del magnífico dibujo a pluma de  la fachada meridional de la Catedral de Ciudad Rodrigo que en la portada  de las cadenas presenta en estilo románico a Cristo flanqueado por los cuatro evangelistas y encima, en un gótico titubeante a profetas y reyes en número de doce, cobijados por hornacinas de arco apuntado y separadas por columnas que rematan en espléndidos capiteles.
A la vista de la relación general expuesta de su gran personalidad estimamos sería muy oportuno, para el conocimiento completo de nuestro artista y disfrute de sus paisanos, intentar una exposición general de la obra en dibujos, acuarelas y al óleo, que pudiera ofrecer el autor cuya aceptación me permito suplicarle, en nombre de nuestra vieja amistad. Brindo también, desde aquí, a nuestro Ayuntamiento para que, a través de su Concejalía de Cultura patrocine y organice dicha exposición para lo cual ofrecemos también nuestra modesta colaboración.